Creo que aún no están hechadas todas las cartas, aún faltan un par de rondas para definir la partida.
Este tema que siempre me recuerda a vos. Que relata lo que estuve viviendo en este último tiempo.
La noticia, no tan inesperada por como se dieron las cosas.
Los vaivenes que le siguieron. La angustia, la congoja, la desesperación, el coraje y la caída.
Nada de lo que pasó de ahí en adelante tuvo sentido, ni creo que alguna vez lo tenga.
Creo estar viviendo en un sinfín de vueltas en una calesita enloquecida que nunca pretende frenar.
Y se me cruzan los sentimientos, las emociones, las sensaciones.
Poco a poco fue llegando ese aire enrarecido que no permitía respirar, ese aire que agobia, que asfixia.
No quiero creer lo que escucho, no quiero aceptar lo que mi cuerpo me dice. Niego una vez más esta realidad que no me agrada; pero aún así sé que está pasando. Me sobrepongo y reacciono. Llanto, grito, desnivel, ira, angustia y la desesperación por la calma que no llega; que nunca más llegará.
Las horas se dilatan, pero a la vez pasan demasiado rápido, la agonía aumenta. La desesperación de la impotencia me toma como rehén. Camino sin saber hacia dónde, miro sin ver, escucho sin oir; estoy pero me ausento. Voy en busca de mi recuerdo feliz, pero éste se ve interrumpido por una puntada en el pecho, el corazón grita; los ojos responden; las piernas decaen y el mundo sigue girando impávido a todo lo que pasa. Mientras parte de mi mundo se derrumba, el mundo exterior sigue su curso. Nuevamente la sensación de opresión, nuevamente la angustia, nuevamente la agonía de la espera. La distancia abruma todavía más, se disfraza de una densa niebla que no permite ver nada. Todo se torna difuso y a la vez una luz comienza a emerger cegándome el juicio. Las horas pasan lentamente, estoy en un no tiempo. El mundo a mi alrededor sigue girando, pero no lo puedo notar, yo voy a otra velocidad. Cuando regreso a la realidad no puedo más que darme cuenta que se me ha esfumado nuevamente.
Caminando a paso indeciso, por encima de un par de centímetros del piso. Me siento flotar, son mis ganas de buscarte y alcanzarte para retenerte. Pero a pesar que lo intento no logro conectarme para hacerlo; ya es muy tarde. En este estado de insomnio trato de pisar fuerte concientemente para regresar a mi realidad. Esta en la que ya no formás parte. De golpe me ubico, estoy definiendo cosas que un adulto debe hacer; pero me siento como aquella nena que jugaba con el cuerpo inerte de su padre. Pero ahora no quiero jugar. Ahora tengo plena conciencia de lo que sucede y, aunque no lo quiera admitir debo hacerlo. Me centro tras seguir el humo blanco del cigarrillo, tomo coraje y entro a la funeraria para hacer "los trámites". Es decir negociar con el vendedor cuál de todas las cajas de madera será la tuya. Cuál de todas estas maderas ensabladas será la imagen que darás al resto de ahora en más. Nuevamente la IRA, no puedo creer que toda la grandeza que representastes en el último tiempo quepa entre un par de maderas medias lustradas.
Regreso al lugar de encuentro, a ese en dónde se ha perdido la noción de tiempo y espacio. EL aire sigue enrarecido, tal vez sea eso el causante de tanto extravío.
Y esto era sólo el principio...
http://www.youtube.com/watch?v=eAO7CEcCD3s