De una forma casual me encontré con un sonido al que antes recurria frecuentemente para escribir, pintar o solamente volar.
Como son las cosas, no recuerdo el momento en que cerré esa puerta. Cada tanto se cuela una endija de luz, cuando voy a a ver algún espectáculo, cuando me siento en un bar a tomar un café por que sí, porque tengo que pasar el tiempo; esos mágicos momentos en los que me reencuentro con mi Ser o no Ser, y dónde comienzo a reprocharme el hecho de no hacerlo más seguido y de esa forma se esfuma el bienestar obtenido.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
Por qué mierda me gusta encerrarme en ese círculo vicioso???
No lo sé. Pero nuevamente el teclado, la pantalla, mi mente y yo volvemos a ser uno para todos y todos para mí.
Cuanta energía contenida, cuantas letras apresadas, casi secuestradas por la vorágine del día a día.
De a poco van pidiendo pista y se van soltando. Y me advierten que si no las dejo salir ellas arremeterán contra mí, tomarán el control de mi cuerpo y aunque sea a través y a pesar de mí saldrán a la luz a comunicar todo lo que hay acá adentro.

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